El hombre, fue primeramente cazador y recolector (periodo paleolítico y mesolítico) hacia el 12.000 a.C y en el periodo neolítico hacia el año 8.000 a.C., abandona el nomadismo y se convierte en cultivador de la tierra y criador de animales, comenzando ya la vida en comunidad.
En el periodo neolítico durante la nueva edad de piedra (año 6.000 a.C) el hombre comenzó a explorar metales como el oro y el cobre, pero no conoce otro medio como el de dar martillazos, para dar forma a sus creaciones; así, mucho antes de que el hombre conociera la fundición, comenzó a trabajar pedacitos de metal (cobre y oro) para hacer adornos. En esta era, hacia el año 4.000 a.C., además de la piedra, comienza a utilizar la arcilla cocida, como material muy útil para diversas necesidades.
Mas tarde, comprendieron que el cobre se quebraba con los golpes, pero que al calentarlo suficiente podría fundirse y, una vez colado, podía vaciarse en moldes, en los que al enfriarse, se solidificaría.
Los moldes usados inicialmente eran de piedra de jabón o jaboncillo de sastre (esteatica). Dicha matriz consistía en una simple concavidad con la forma del objeto a fundir tallada en la piedra. Esta piedra se hizo muy popular en la edad de bronce, ya que resistía el repentino aumento de temperatura en el momento de la colada y además era blanda y fácil de cortar.
Por la dificultad que implicaba tallar la piedra, se comenzó a utilizar para hacer moldes la arcilla arenosa; esta era plástica y podía envolverse fácilmente un modelo del objeto a fundir. Cuando se encontraba seca se sometía al fuego y quedaba lista para su uso.
Tal como se observa en las primeras pinturas halladas en tumbas egipcias que datan de mediados de III milenio a.C., el procedimiento para fundir el cobre era el siguiente: Calentar una mezcla de carbón vegetal y mineral en un hoyo y aumentaban la temperatura soplando con cerbatana de fuego. El cobre fundido quedaba en el fondo de aquel primitivo horno y se sacaba con la forma de bollo, característica de los primeros lingotes. Como consecuencia, observaron que el cobre se licuaba con el calor y podía verterse en moldes, para hacer piezas.
La técnica elemental de vaciar el metal fundido en moldes abiertos de piedra o de barro cocido, era solamente utilizada para la fabricación de objetos con una superficie modelada y otra lisa, como armas y utensilios. Pero más tarde, cuando las piezas eran diferentes en cada cara, fue necesario hacer un molde para cada lado y que ambos coinciden para recibir la coladura del metal.
Como pueden verse, desde épocas antiquísimas se utilizaron las técnicas de fundición con moldes, bien sea de piedra o de arcilla. Desde mediados del lll milenio a.C., esta técnica de fundición había alcanzado un alto grado de perfeccionamiento en Asia (civilización Sumerio – Acadia) y Egipto.
No se tienen datos exactos sobe el inicio del proceso de fundición ala será perdida; sin embargo, se sabe por los hallazgos de piezas que datan de la edad de bronce, que ya era conocido por las culturas que habitaron en Mesopotamia y Egipto alrededor del año 2.000 a.C continuo desarrollándosele el oriente medio y se utilizo en China, hacia el año 1.500 A.C.
El vaciado de la será perdida utilizando en esta época antigua, consistía en modelar con será una pieza, la cual se recubría con un material refractario; después de la será se fundía eliminadora atreves de un agujero, procediendo a vaciar el material colando en el hueco resultante. Este método llamado “directo” produce la destrucción del modelo original durante el proceso.
También en el mundo antiguo surgió otro método de vaciado en bronce llamado método “indirecto”. Partir del siglo lll, el método clásico se llevaba consigo el modelo, empezó hacer sustituido por otro mas perfecto, el del modelo por piezas o indirecto, q fue utilizado inicialmente por los griegos, y se hacia a través de un molde del modelo original, para después proceder el vaciado en será. Tenía la ventaja de que podía utilizarse nuevamente para repetir el proceso.
El colado en moldes que ya era conocida desde el lll milenio a.C., fue utilizado mas o menos asta la mitad del l milenio de esa era, solamente para realizar esculturas o piezas de pequeños y medianos tamaños. El Flautista de Museo de Samos, de mediador del siglo Vl, que mide 42 centímetros, es la escultura griega maciza de mayor tamaño que aun se conserva.
Posteriormente, la combinación del método de la será perdida y la fundición en hueco, significo el perfeccionamiento de la térmica de la fundición con molde.
La fundición en hueco seguía utilizado un molde de será con alma interior de arcilla llamada “macho”, que se sujetada con clavos. Ese modelo así formado se cubría con capas de arcilla y, una ves seco, se sometía al fuego; entonces el macho se endurecía y la será derretida se quemaba dejando una vano intermedio entre el alma interior de arcilla y el modelo exterior, por donde seguidamente se colaba el metal fundido.
Hacia la primera mitad del siglo Vl a.C los griegos fueron los primeros en utilizar la fundición en hueco, y en el siglo ll a.C., los chinos eran verdaderos maestros en la confección de machos.
Esta técnica permitió la realización de esculturas huecas de gran tamaño, en ves de macizas, y por ende, el ahorro de materiales.
El vaciado a la será perdida no ha expedientado cambios sustanciales en sus principios hasta nuestros días, y aun se considera como uno de los mejores métodos para la realización d esculturas en bronce, aunque en los siglos XVlll y XIX se dieron dos inventos alternativos para el vaciado en metal: el moldeado en arena y la galvanoplastia.
El cobre asido el metal mas importante utiliza en fundición, pero tiene el inconveniente de su escaso grado de fluidez, una temperatura de fundición muy alta (1.085º y su blandura. Por tal razón, fue necesario alearlo con otros materiales para corregir tales deficiencias. Primeramente se emplearon materiales más baratos (arsénico y antimonio) y después ciertos materiales blancos de bajo punto de fusión como el estaño, el zinc y el plomo.
Desde la antigüedad, cuando el hombre empezó hacer sus vaciados de materiales en moldes, se dio cuenta que las mesclas de metales (aleaciones) tenia mas dureza que los metales individuales.
La aleación de cobre y estaño ya era conocida desde la antigüedad, 3.000 años antes de nuestra era, y se cree que los fenicios gracias a sus viajes, fueron introducidos del bronce en Grecia, proporcionándoles las materias primas esenciales: cobre y estaño.
El bronce es la aleación mas popular y mayormente utilizada desde la antigüedad debido a su color natural, durabilidad y posibilidades de patina.
Inicialmente las coladuras en bronce tenían un espesor desigual, tan como se apreciaba en la escultura griega del siglo Vl, perfeccionándose hacia el siglo v en donde el espesor del bronce era mas consiente, permaneciendo así asta la época de la Roma imperial, en la cual comenzaron a utilizarse aleaciones muy fluidas que podían circular mejor por huecos muy finos, logrando obtener bronce asta de 2 mm de espesor.
Claro que esta que la tendencia a obtener coladas muy finas estaba limitada por la solides de la pieza, ya que las esculturas de grandes dimensiones tenían que ser mas gruesas en los puntos de soporte, como las extremidades inferiores, por ejemplo.
Desde el punto de vista de la técnica de la fundición artística, debemos considerar el porcentaje de cobre y sus metales aleatorios, que debido a su mayor o menos intervención en el colado, garantizan el éxito de las obras y perfeccionamiento de la técnica.
En Mesopotamia, Egipto, Creta y micenas, del periodo prehistórico y preclásico las proporciones de estaño en aleación con el cobre eran muy pobres, 5 a 10 igualmente en bronces griegos aparece el estaño en pequeñas proporciones.
Estas aleaciones pobres conllevan un problema, y es trabajo pesado de corrección y de remate en frio con líneas y cinceles, de la coladura resultante.
A partir del año 1.500 a.C. se comenzó a utilizar una aleación de bronce con plomo. La mezcla así obtenida, fluía más fácilmente en el momento de la colada. Esto hizo posible que se empleara esta aleación de cobre, estaño y plomo, para fundir esculturas de mayor tamaño y con más detalles.
Los artesanos persas del año 500 a.C. fueron los primeros en utilizar las aleaciones de cobre y zinc, creando el metal conocido hoy por latón.
En el periodo helenístico hay experimentación en el campo de las aleaciones, y en la escultura romana se puede apreciar que el porcentaje de cobre ha bajado a niveles inferiores (70 %) y el estaño aparece cada vez más, acompañado o sustituido por el plomo o el zinc.
Desde la edad media se utilizo para fundir campanas una aleación con estaño vuelve el bronce no solo mas duro, sino también mas frágil, es decir, mas sensible a los golpes.
Posteriormente, en cada uno de los periodos de la historia se continúa utilizando el cobre en aleación con los metales blancos ya conocidos (estaño, plomo y zinc), y prosigue así su uso hasta nuestros días, con variedad de porcentajes.